Una tarde cualquiera en el distrito de Jesús María, Perú, se tornó en una escena que quedó grabada en la memoria de los presentes. Una mujer, vestida con un llamativo atuendo azul y trabajando sobre unos zancos para repartir volantes, fue sorprendida por un enjambre de unas 200 abejas que surgió de un panal cercano. En cuestión de segundos, la tranquilidad del momento se convirtió en un caos de gritos y movimiento frenético, y el video del suceso se viralizó en las redes sociales, generando una ola de preocupación entre los espectadores.
Todo comenzó con la mujer concentrada en su labor, caminando despacio entre la gente. De repente, un panal que estaba instalado en una vivienda adyacente —probablemente parte de una actividad de apicultura— se vio alterado y liberó una nube de abejas. En un abrir y cerrar de ojos, la víctima cayó al suelo, cubriéndose la cara y lanzando al aire un grito desesperado.
Los transeúntes, atónitos, intentaron reaccionar de forma improvisada: algunos sacaron extintores y, aunque la medida resultó solo momentánea, logró dispersar al menos una parte del enjambre. Los servicios de emergencias llegaron rápidamente; la joven fue atendida por personal médico y trasladada en ambulancia a un centro de salud, donde recibió el tratamiento necesario para contrarrestar las picaduras.
¿Cómo reaccionar ante un ataque de abejas?
A continuación, algunos consejos prácticos que pueden marcar la diferencia entre un susto y una emergencia grave:
- Huye en línea recta —las abejas son más lentas que tú; corre lo más rápido que puedas sin dar vueltas, y evita refugiarte en cuerpos de agua, pues allí seguirán esperándote.
- Protege rostro y cuello —usa una camisa, bufanda o cualquier prenda que tengas a mano para cubrir esas áreas vulnerables; son el objetivo principal de las picaduras.
- Busca un refugio seguro —intenta entrar a un vehículo, una casa o cualquier edificio cercano. Si no es posible, refugiarte entre vegetación densa puede confundir a las abejas y disminuir su agresividad.
- No intentes matarlas —aplastar una abeja libera feromonas alarmantes que avisan al resto del enjambre, intensificando el ataque. Lo mejor es alejarse.
- Retira el aguijón rápidamente —si te pican, raspa la piel con una tarjeta de crédito o una uña para extraer el aguijón y reducir la cantidad de veneno que se inyecta.
Primeros auxilios después del ataque
Una vez fuera del peligro, es fundamental vigilar posibles reacciones alérgicas. Si aparecen mareos, dificultad para respirar o la garganta se hincha, busca atención médica de inmediato; una reacción grave puede ser mortal.
Identificar el tipo de abeja —si es una abeja melífera, una abeja africanizada u otra especie— ayuda al personal sanitario a elegir el tratamiento más adecuado. La inflamación suele disminuir en pocas horas con compresas frías y analgésicos de venta libre, pero nunca pierdas de vista que tu salud es la prioridad número uno.
Ante la presencia de abejas agresivas, mantener la calma y actuar con rapidez puede evitar complicaciones mayores. Un plan de acción sencillo —correr en línea recta, proteger la cabeza, buscar refugio y retirar el aguijón— es la mejor defensa para convertir una situación potencialmente peligrosa en un episodio manejable.
Recuerda: la naturaleza es impredecible, pero estar preparado siempre marca la diferencia.
