El Condado de Dallas se apresta a convertirse en la jurisdicción más grande del país en realizar un recuento manual de boletas electorales, tras la decisión del Partido Republicano local de optar por esta modalidad en sus elecciones primarias de marzo. Después de dos horas de debate -en las que los líderes republicanos expresaron su desconfianza hacia las máquinas de votación electrónica y los sistemas de tabulación- aprobaron el plan de contar a mano las boletas emitidas ese día, aunque excluyeron las que fueron entregadas en la votación anticipada. La expectativa es que en la jornada electoral se emitirán más de 49,000 votos republicanos, lo que coloca a este proceso en un nivel de prueba importante para el partido. La ley de Texas obliga que los resultados de votos se envíen al estado dentro de las 24 horas siguientes al cierre de las urnas.
Este proyecto depende de contar con suficientes recursos, personal y una gestión efectiva, según lo que establece la resolución. Si se lleva a cabo, Dallas superará a Idaho -que con unos 12,000 votantes registrados- como la mayor jurisdicción que implementará recuento manual, según afirmó Mark Lindeman, de Verified Voting. Esta organización independiente que monitorea la tecnología electoral subrayó que con este movimiento, Dallas se convertiría en una de las mayores áreas del país en adoptar esta modalidad.
La decisión fue adoptada por unos 200 líderes distritales del Partido Republicano, quienes se levantaron de sus asientos en el auditorio de la Iglesia Storehouse para votar. Solo una pequeña minoría de unas doce personas mostró oposición, aunque sus inquietudes logísticas y preguntas generaron una fuerte resistencia entre los presentes.
Expertos en procesos electorales señalan que los sistemas manuales -por su coste, el tiempo que requieren y la posibilidad de errores humanos- no son tan confiables como las máquinas automatizadas. Sin embargo, los partidarios que defendieron esta medida el lunes también rememoraron las alegaciones no comprobadas relacionadas con manipulación de boletas y fallos en los sistemas electrónicos que surgieron desde las elecciones presidenciales de 2020. Entre sus argumentos, destacaron frases como "no seamos ingenuos: el fraude electoral sí ocurre a nivel local" y llamaron a comenzar a implementar cambios de inmediato.
Las inquietudes del Partido Republicano en Dallas sobre las máquinas de votación del año pasado motivaron una revisión previa del secretario de Estado, quien realizó una inspección in situ antes de comenzar la votación y ratificó que las máquinas del condado "contaron las boletas correctamente" y cumplieron con las reglas estatales. Sin embargo, el líder del partido, Stan Woodward, indicó que el recuento manual tendría un límite presupuestario de 500 mil dólares, aunque cuando un presidente de distrito electoral solicitó detalles sobre los costos exactos y la cantidad de personal necesario, no se proporcionaron datos claros.
