Houston, 05 de noviembre.-El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la nueva Ley de Vales Escolares que destinará mil millones de dólares para financiar la educación privada a través de un sistema de "vouchers" o subsidios directos a las familias.
Con esta medida, los padres podrán usar fondos públicos para pagar colegiaturas en escuelas privadas o religiosas, una decisión que reconfigura el sistema educativo texano y reaviva el debate nacional sobre el papel del dinero público en la educación privada.
Abbott llevaba años impulsando el esquema, enfrentando resistencia incluso dentro de su propio partido.
Con esta firma, el mandatario republicano logra consolidar una de sus principales promesas políticas, apoyada por grupos conservadores y organizaciones religiosas que defienden el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
El programa beneficiará inicialmente a más de 300 mil familias, con vales de entre 8 mil y 10 mil dólares anuales, dependiendo del distrito. Sin embargo, críticos advierten que el plan drenará recursos de las escuelas públicas rurales y urbanas, donde estudia la mayoría de los niños texanos.
La aprobación en Texas marca un precedente para otros estados republicanos que buscan replicar el esquema. En un país donde la educación pública atiende a más de 49 millones de estudiantes, el movimiento texano podría cambiar el mapa educativo y político de toda la nación.
Abbott celebró la firma como "una victoria para las familias texanas y la libertad educativa".
Sus opositores, en cambio, lo ven como el primer paso hacia una reforma estructural que pone precio a la educación y la fe.