Ciudad Victoria, 22 de octubre de 2025.- En un atardecer cargado de promesas celestiales, cerca de 30 corazones fervorosos de la iglesia Restauración de Vida, unidos a misioneros venidos desde los Estados Unidos, se convirtieron en instrumentos de la luz divina. Con cánticos, oraciones y amor fraternal, llevaron consuelo y esperanza a las familias que aguardaban con el alma en vilo en las afueras del Hospital General del IMSS, ubicado en la avenida Justo Sierra.
El lugar, por un instante, se transformó en un santuario de alabanza, donde el Espíritu de Dios envolvió cada corazón con su paz sobrenatural.
Alrededor de las 5 de la tarde del pasado lunes, los creyentes llegaron con el propósito de ser canales de la gracia divina. Con bocinas que elevaban melodías celestiales y aperitivos para compartir con las familias en espera, iniciaron un servicio que resonó como un eco del cielo.
El hermano Antonio Becerra, líder de evangelización de la iglesia, abrió el encuentro con palabras ungidas, recordando a todos que Jesucristo es el dador de vida y sanidad, un refugio eterno para los afligidos. Sus palabras, llenas de fe, encendieron una chispa de esperanza en los corazones presentes.

El ambiente se llenó de una suave brisa espiritual cuando Abisaí Rivera, con su voz inspirada, entonó alabanzas que elevaron el espíritu de los presentes. Sus melodías, como un bálsamo divino, tocaron las fibras más profundas de los corazones contristados, arrancando lágrimas de sanación y manos alzadas en adoración al Creador.

La presencia de Dios se manifestó con poder, trayendo consuelo y renovación a quienes clamaban por un milagro.
El pastor Larry Gruetzmacher, junto a misioneros de Minneapolis y el pastor Julio Ramírez, elevaron oraciones por las cerca de 100 personas reunidas, muchas de las cuales, tocadas por el amor de Dios, experimentaron un profundo arrepentimiento y reconciliación.

Matrimonios quebrantados encontraron restauración, y almas alejadas volvieron a los brazos del Padre, envueltas en la gracia redentora de Cristo.
Con corazones llenos de compasión, los pastores Ramírez y Gruetzmacher compartieron un mensaje urgente para la sociedad: "Vivimos tiempos de confusión y dolor, donde muchos jóvenes han perdido el rumbo, atrapados en las redes de ideologías vacías y entretenimientos efímeros. La ausencia de Dios en los hogares ha dejado heridas profundas, pero hay esperanza. Jesucristo es el camino, la verdad y la vida; Él restaura, sana y da una paz que trasciende todo entendimiento".
El encuentro culminó con una invitación vibrante a acercarse al Dios de los milagros, cuyo amor transforma vidas y enjuga toda lágrima. La iglesia Restauración de Vida abrió sus puertas a todos, invitándolos a sus servicios en el templo ubicado en la calle Monte Everest, fraccionamiento Rincón de las Montañas, los domingos a las 9 de la mañana y los martes a las 6:30 de la tarde, para juntos adorar y encontrar refugio en la presencia del Señor.
Así, en medio del dolor y la espera, la luz de Cristo brilló con fuerza, recordando a todos que en Él hay esperanza eterna.