Al menos 22 mil casas y comercios de Nezahualcóyotl han sufrido los estragos de las inundaciones que comenzaron el pasado fin de semana en el oriente del Estado de México. El reporte inicial, compartido por el alcalde Adolfo Cerqueda Rebollo, reconoce la crisis provocada por el colapso del —sistema de drenaje— causada tanto por las lluvias intensas como por la acumulación de desechos en las tuberías.
De las 24 colonias afectadas, 13 enfrentan una situación crítica; en dos de ellas, Ampliación Vicente Villada y Evolución, el agua se mantiene a niveles alarmantes. Para hacer frente a la emergencia, distintos niveles de gobierno —federal, estatal y municipal— han desplegado 31 equipos técnicos especializados en desastres hidrometeorológicos.
El origen del problema radica en una fuga dentro de la tubería del cárcamo del Bordo de Xochiaca, agravada por un grave taponamiento de basura que impidió el desalojo eficiente del agua. Ante esto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría del Agua estatal (SSEM) y el organismo local han sumado esfuerzos para reducir los niveles de inundación, desplegando brigadas de respuesta inmediata en las zonas más afectadas.
Tras controlar las anegaciones, el gobierno federal iniciará un censo a cargo de la Secretaría del Bienestar para destinar apoyos directos a las familias damnificadas.
Las historias personales revelan dimensiones más íntimas de —la tragedia— como la vivida por la familia Sánchez Rebollo, de siete integrantes, quienes residen en la colonia Evolución, una de las áreas más golpeadas por el agua. El nivel llegó a superar los 30 centímetros dentro de su casa, provocando la pérdida de prácticamente todos sus muebles, computadoras, camas, sala y refrigerador. Según relatan, hasta el momento no han recibido asistencia oficial y hacen un llamado urgente a las autoridades, en particular a la gobernadora Delfina Gómez y al alcalde Adolfo Cerqueda, para encontrar una solución definitiva a los problemas de drenaje.